José Luis Arriola, alias Segalari, un “Sansón de caserio”, un “aldeanito natural de Baquio” sabía desde aquella vez en la playa de Baquio con su amigo Pedro Zurimendi…que convertirse en boxeador profesional iba a ser la única manera de satisfacer “su ansia de mujeres de ensueño”, de esculturales diosas rubias, como aquella primera mujer que vieron desnuda, de adolescentes, escondidos en el roquedal…
Con 13 años, José Luis Arriola tuvo su primer desafío como levantador de piedras… hasta que un día de 1967, Julián Achucarro, un abogado retirado y millonario de Bilbao se cruzó en su vida…; un apasionado del boxeo que soñaba con “formar, moldear y levantar a un nuevo campeón, un nuevo Paulino Uzcudun… pero… forjado en Bilbao”.
Pero José Luis Arriola, levantador de piedras y cortador de hierba con guadaña, y que un día llegó a ser campeón de Europa de los pesos pesados… , aunque al final llegó a arrepentirse de casi todo… siempre se dejó llevar por una “desmesurada y omnipresente lujuria”...
... y no dejó de recibir golpes, desde que llegó a lo más alto hasta que llegó a lo más bajo, con 47 años, cuando viviendo en San Sebastián de los Reyes, solo, lejos de su familia y los que fueron sus amigos, decidió poner fin a todo y “tirar la toalla de la vida” y “parar voluntariamente su cuenta atrás”…
JUAN BAS – “LA CUENTA ATRÁS”- 2004- BILBAO
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