Personajes literarios vascos


El Blog de PERSONAJES VASCOS trata de rebuscar y de re-volver a los escenarios de historias cotidianas, históricas o de fantasía producto de la imaginación de los escritores, e intentar conocer un poco más a los Personajes Literarios que página a página han ido marcando y van formando parte de las muchas historias que día a día, éstos escritores, a través de sus relatos, van creando.

Algunos Personajes serán más o menos reales, o acaso ficticios, más o menos anónimos, y puede que protagonistas, o puede que secundarios, pero todos parte de alguna historia o historias...


Y como una vez leí, decía Hermilio de Olóriz algo así como:

"Antes de leer historias de extrañas gentes, estudiad la de vuestro pueblo; ella os hará conocer y amar la patria"

Y eso trato de hacer, leer y disfrutar ...

con estas ... y con otras historias...

jueves, 10 de junio de 2010

Personajes Vascos: Ismael Ochoa Cuevas


¿Quién es Ismael Ochoa Cuevas para Julen?

¿”Un viejo y desgraciado amigo, con el coco y la vida jamados por la vagancia, el costo y la mediocridad…”?


¿Un “hombre descerebrado, inconstante y egoísta…”?

Pues Ismael, es ahora Ismael Ochoa Cuevas a secas, “de treinta ocho años, sin oficio conocido” pero que sabe más de su amigo de la infancia de lo que a Julen le gustaría.

Porque Ismael es ahora un “chantajista bilbaíno”, esta es su nueva actividad, así lo ve él. Y Julen su víctima. Lo mismo que antes ha sido “legionario español, obrero andaluz, camionero mexicano, camello madrileño…” ahora lo que va a hacer es aprovecharse de los secretos bien guardados por Julen.

Se esconderá como pueda en Lekuona, un pueblo pequeño de la costa de Vizcaya, cerca de Bilbao. Conocerá y tendrá la ayuda de uno de sus vecinos, se reencontrará con su padre, con su ex mujer, con su vecina de siempre y que conoció a su madre de joven.

Pero con todo, Ismael lo que de verdad quiere, antes y después de su oficio de chantajista, es “caer en el olvido”, que nadie se acuerde ni piense en él para nada, y ser solo una piedra pesada de una cala cualquiera, y que de tan pesada nadie pueda “coger, arrojar, contemplar, admirar o destruir”, sin más ambiciones que permanecer inmóvil y permanecer en su cala por siempre…

WILLY URIBE – “SÉ QUE MI PADRE DECÍA”- 2008- BILBAO

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